En un vuelo internacional,
(Sevilla - New York) un hombre (moreno y apuesto) y una mujer (rubia y con buen
tipo), están sentados uno junto al otro, en la sección de primera clase de un
Airbus A330.
Tras realizarse el
despegue, y una vez que hacen el anuncio de poder desabrocharse los cinturones,
la mujer estornuda escandalosamente y se estremece de forma compulsiva y
violenta.
Seguidamente saca un pañuelo de su
bolso, se limpia con delicadeza la nariz y acto seguido, le pide disculpas a su
desconocido compañero de asiento.
El hombre, -caballerosamente
y con una sutil sonrisa- le dice "no se preocupe señorita", y continuó con la lectura
que estaba llevando a cabo.
Pero no tranquilo, se quedó
pensando en el fuerte estremecimiento que le produjo el estornudo a su compañera de asiento.
Pasados unos pocos minutos,
el hombre es sorprendido de nuevo, por un estruendoso estornudo de su vecina de asiento, seguido este, de un fuerte temblor, enrojecimiento de mejillas y
unos fuertes escalofríos.
Ella, de nuevo saca un pañuelo, se limpia
cuidadosamente la nariz con el mismo, y le vuelve a pedir disculpas a su
compañero de viaje.
El hombre, está ahora más
intrigado por el curioso estremecimiento de su compañera de vuelo al
estornudar. Acepta las disculpas con un gesto de asentimiento sonriente y
continúa con su lectura.
Transcurridos 30 minutos
de vuelo, se repite la misma escena, la mujer estornuda de nuevo, sufre un fuerte
estremecimiento, temblores, escalofríos, enrojecimiento, -síntomas estos- que
alertan y asustan al caballero, pensando este, que podría tratarse de un ataque
de epilepsia o algo aún peor.
La mujer se calma poco a
poco, saca nuevamente su pañuelo, se limpia suave y cuidadosamente la nariz, y nuevamente
vuelve a disculparse.
El hombre, -intrigadísimo-
ya no puede contener la curiosidad, y le dice a la mujer:
- Señorita, ha estornudado
usted tres veces, las tres veces, con fuertes
estremecimientos, temblores, escalofríos, enrojecimiento…
¿Sufre usted de algún tipo
raro de alergia?
La mujer, -con mucha
calma- le contesta:
- Discúlpeme usted señor,
si le he molestado.
Efectivamente, sufro de
una rara enfermedad, que me provoca que cada vez que estornudo, tenga un placentero
e intenso orgasmo.
El hombre, -un tanto sorprendido
pero aún curioso- le dice:
- ¡Nunca había escuchado
algo así señorita! ¿Y que toma para su rara enfermedad? ¿Tiene alguna solución?
La mujer, -con mirada
pícara y sonriente- le coge la mano, y le contesta:
Genial me ha encantado recien me despierto y estornudo cuando te leo
ResponderEliminarJajajajaja espero que los estornudos al leerme, sean muy placenteros para ti amiga. Gracias por dejar tu comentario y por disfrutar leyéndome. Un saludo!!!
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