Una señora caminaba por el parque, cuando inesperadamente, se
cruzó en su paseo con su cura.
El párroco -que hacía tiempo ya, que no la veía- la mira, se da la vuelta, se acerca a ella y
le dice:
- Muy buenos días señora. Disculpe que la moleste. ¿Es usted,
la Sra. Rodríguez, a quien case hace dos años?
Ella lo miró, se quedó dubitativa y le contestó:
Él -con una sonrisa- le pregunta…
- Y… ¿Que tal con su marido? ¿No han tenido ustedes niños
aun?
Ella un poco disgustada, le contesta…
- No padre, lo estamos intentando, pero aun no lo hemos
conseguido.
El cura, -quitándole importancia al asunto- le dice:
- Bueno hija, la semana próxima voy a Roma a ver a su Santidad,
así que si quiere, encenderé una vela por usted y por su esposo. Para que les
ayude en su labor de procreación.
La mujer sonrió, y con efusión contestó:
- ¡¡¡Oh padre, muchas gracias, le estaremos eternamente
agradecidos!!!
En ese momento se separaron, y ambos siguieron su camino.
Años más tarde, se encontraron nuevamente paseando y el
sacerdote le preguntó:
- ¡Bueno hija, qué alegría verla! ¿Cómo le va en su vida matrimonial? ¿Cómo se encuentra usted
ahora?
- ¡Muy bien, padre! Atareada pero bien.
El párroco, -con la curiosidad desatada- le pregunta.
- Por favor, dígame, ¿han tenido niños ya?
Ella, -cercana al enfurecimiento- le contesta…
- ¡¡¡Oh sí padre, 3 pares de mellizos y 2 criaturas mas, este
año tuve los dos últimos!!!
¡En total tenemos 8 hijos!
El cura, -sonriente y feliz- le dice:
- ¡Bendito sea el Señor! ¡Qué maravilla! ¿Y dónde está su
esposo, se puede saber?
Ella, -sin poder contener las lágrimas- le contesta…
- ¡¡¡Camino
de Roma padre, a ver si puede apagar la put* vela que usted puso!!!
Me ha encantado haberte hallado mil besos
ResponderEliminarGracias amiga!!! Me alegro mucho de que disfrutes con tu hallazgo humorístico y que disfrutes tanto leyéndome.
EliminarMil besos también para ti.