miércoles, 15 de octubre de 2014

Pruebas de selección para agentes de la C.I.A

En el cuerpo de élite de la C.I.A, se produce una vacante, y es necesario cubrirla con urgencia.
Dicha vacante es: “Como agente especializado en ejecuciones forzosas”.
Después de que la comisión de expertos, evaluase a algunos aspirantes, y les hiciesen las pruebas de selección para agentes de la C.I.A, quedan como finalistas:
2 hombres casados y una mujer, -también felizmente- casada.

Llegado el día de la prueba final, y para definir quién conseguiría el puesto de trabajo, los agentes que administraban la prueba, llevaron a uno de los hombres, hasta una puerta grande, metálica, y le dieron una pistola semiautomática.
El hombre muy extrañado preguntó:
- ¿Para qué es este arma? ¿Qué debo hacer con ella?
Los agentes expertos, le dijeron:
- Debemos confirmar, que usted seguirá todas nuestras instrucciones, o indicaciones, al pie de la letra. No importa, bajo qué circunstancias le hayan sido dadas.
A continuación le siguieron explicando:

Pruebas de selección para agentes de la C.I.A
- Cuando atraviese usted esta puerta, dentro de esta habitación, usted encontrara a su esposa atada a una silla. Tome usted esta pistola y mátela.
El hombre con una mirada de asombro les dijo:
- Ustedes no pueden estar hablando en serio. Yo jamás podría matar a mi propia esposa. ¡¡¡La amo con locura!!!
Bien -dijo uno de los agentes- entonces usted, definitivamente, no es la persona adecuada para este trabajo. 
Visto el fracaso del primer candidato, decidieron traer al segundo. Le trajeron a la misma puerta, le entregaron el arma, y le explicaron exactamente, los mismos parámetros de la prueba, que al anterior agente. 
El segundo hombre, miró algo sobresaltado, pero sin embargo, tomó el arma y entró al cuarto con la intención de ejecutar a su mujer.
Todo estuvo en silencio cerca de 15 minutos, y entonces, la puerta se abrió de golpe. El hombre, salió súbitamente del cuarto con lagrimas en sus ojos y dijo:
- Intenté matarla, créanme que lo intenté, estuve a punto de hacerlo, pero, simplemente no pude apretar el gatillo. Supongo, que no soy el hombre adecuado para este trabajo.
Los agentes, lo miraron fijamente y le contestaron:
- No, usted no tiene las cualidades y lo que se necesita, para efectuar este trabajo. Tome a su esposa y váyanse a casa.
Los agentes se miran fijamente, y deciden llamar a la siguiente candidata. Ahora solo les quedaba la mujer.
La conducen a la misma puerta metálica y le dan la misma pistola, diciéndole:
Pruebas de selección para agentes de la C.I.A
- Como prueba final, debemos estar seguros de que usted seguirá nuestras instrucciones, sin importar las circunstancias ni las consecuencias.
Dentro de esa habitación, encontrará a su marido, sentado en una silla y atado a la misma. Tome esta pistola y mátelo.
La mujer tomó el arma y abrió la puerta rápidamente.
Antes incluso, de que la puerta se hubiese cerrado completamente, los agentes oyeron a la mujer, descargar la pistola completamente. Uno por uno, disparó todos y cada uno, de los cartuchos disponibles en el cargador.
Poco después, el mismo infierno se apoderó, de aquella oscura habitación. Se oyeron llantos, lamentos, gritos desgarradores, ruidos de lucha desenfrenada, golpes en las paredes, etc.
Esto continuó, durante unos largos y angustiosos minutos, y finalmente, todo quedó sumido en un silencio sepulcral.
Finalmente, la puerta se abrió lentamente, y de allí, salía con paso firme la mujer.
Se limpio el sudor de la frente con el antebrazo, y dijo:
- ¡¡¡Que cachondos y guasones son ustedes!!! ¿Por qué no me dijeron, que lo de la pistola eran balas de fogueo?
¡¡¡Que película se ha montado ahí dentro!!! ¡¡¡Tuve que cortar sus ataduras a mordiscos, y después matarlo a sillazos!!! 

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