Tal día como hoy del año 2004

Tal día como hoy del año 2004, una exuberante e imponente rubia —de 1,80 metros de altura—, iba caminando por la acera de una céntrica calle sevillana, con un conjunto ceñido, de amplio escote, que marcaba y dejaba ver todas sus curvas femeninas.

Era un día caluroso y muy concurrido, con gente que paseaba arriba y abajo, viendo todo tipo de escaparates. 

De repente, ella levanta su mano derecha y saluda a un joven y apuesto hombre, que camina en dirección contraria por la acera de enfrente.

Apresurada, cruza la calle y se dirige hacia el hombre —que muy sorprendido— le pregunta...

— ¿Me está saludando usted a mi?

Como si le conociese de toda la vida, la mujer le contesta:

— ¡Claro! ¿A quién si no?

Sin salir de su asombro, el hombre le contesta...

— Perdone, pero... ¿Nos conocemos?

Con una confianza que rayaba en la exageración, la mujer le contesta al desconcertado hombre:

— ¡Claro, usted es el padre de uno de mis niños!

El hombre, —dudoso e incrédulo— la mira de arriba abajo, la vuelve a mirar exhaustivamente, comienza a sudar y muy nervioso, comienza a preocuparse por lo que está pasando en ese momento y lugar. Pensativo y preocupado, le dice a la exuberante rubia...

— ¿No será usted, la Stripper de la despedida de soltero del Paco. Aquella a la que tumbe encima de una de las mesas del salón, le eché la botella de licor por todo el cuerpo, la unte entera con nata, chupe entera de arriba abajo y luego me follé hasta la saciedad, mientras una de sus compañeras me chupaba los testículos y la otra me rompía el ojete con un consolador anal?

La mujer queda impresionada, con los ojos que se le salen de las órbitas y mirándolo fijamente, le contesta...

— ¿Ehhhhh? ¡¡No. Soy la profesora de lengua de su hijo!!

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