Hoy os voy a
contar, una bonita y entretenida historia:“La
parábola de quien debe ser el Jefe”.Esta parábola está sacada, de la
creación del cuerpo humano, por Dios nuestro señor.
Empecemos...
Cuando Dios creó el cuerpo humano, se reunieron todos los órganos vitales del cuerpo, para decidir quién debía ser el jefe, de todos los demás órganos vitales.
Empecemos...
Cuando Dios creó el cuerpo humano, se reunieron todos los órganos vitales del cuerpo, para decidir quién debía ser el jefe, de todos los demás órganos vitales.
El primero en
hablar fue el cerebro y dijo:
- Yo, como
soy el que piensa, el que razono, y el que estimula vuestro funcionamiento
diario... Creo que soy el más indicado, para ser el jefe del cuerpo.
A
continuación habló el corazón y dijo:
- Yo, como
soy el que envía la sangre a todos vosotros, y sin sangre no podéis vivir...
Creo que soy el más indicado, para ser el jefe del cuerpo.
Después del
corazón, tomo la palabra el estómago y dijo:
- Yo, como
soy el que aporta los nutrientes necesarios, y sin nutrientes, todo el cuerpo
muere de inanición... Creo que soy el más indicado, para ser el jefe del
cuerpo.
Indignadas,
las piernas, dijeron a continuación del estomago:
- Nosotras
debemos ser las jefas, ya que transportamos a todo el cuerpo a donde este
quiera ir, y sin nosotras, no podría transportarse ninguno de vosotros.
¡¡¡Nosotras
debemos ser las Jefas!!!
Sofocados e
inyectados en sangre, se manifestaron los ojos diciendo:
- Los jefes
debemos ser nosotros, ya que guiamos los pasos de las piernas, que nos
transportan a todos nosotros.
Los pulmones
se hincharon de aire y dijeron:
- Nosotros
abastecemos de oxigeno a todos los órganos y músculos del cuerpo, sin oxigeno,
todos moriríais de asfixia... Creemos que nosotros, somos los más indicados,
para ser los jefes del cuerpo.
Mientras se
desarrollaba la reunión de órganos, para decidir el nombramiento del jefe, se
escucho una voz a lo lejos que dijo:
- ¡¡¡Yo seré
el jefe de todos vosotros!!!
Todos los
órganos del cuerpo se giraron, para ver a quien hablaba desde atrás, y dijeron:
- ¡¡¡Que se
muestre el que haya dicho eso!!! ¿Quién ha dicho eso? ¿Quién ha dicho eso?
Y volvieron a
contestar desde lejos:
Se montó un
gran revuelo entre los asistentes a la reunión y posteriormente, todos se
pusieron a reírse como posesos. Jajajajajajajajajajajajajajajajajajaja.
Entonces,
sintiéndose ofendida, la mierda se negó a salir del cuerpo durante nueve días
consecutivos.
El cerebro,
estaba agotado y dolorido.
El corazón,
estaba agitado y parecía que iba a estallar.
El estomago,
estaba revuelto y con gran acidez.
Las piernas
estaban temblorosas, pesadas, hinchadas y agotadas.
Los ojos,
estaban nublados por las lágrimas de dolor.
Los pulmones
colapsados, sin poder inspirar el suficiente aire.
Entonces se
dieron cuenta, de que no podían aguantar más tiempo así, y dijeron todos a la
vez...
- ¡¡¡Está
bien mierda, sé tú el jefe de todo el cuerpo!!!
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