martes, 19 de marzo de 2013

Un pivón de tía con falda estrecha

En una parada de autobús del centro de la ciudad, se encuentra esperando "Un pivón de tía con falda estrecha"
Una muchacha de unos 25 años, con cuerpo escultural, y ropa negra de cuero extremadamente ajustada al cuerpo.
Imaginaros la escena para haceros una idea acorde a la situación.
Su vestuario está compuesto de chaqueta corta,  falda corta -por encima de las rodillas  y muy ceñidas al cuerpo- y unos zapatos de tacón de aguja de 14 cm de altura.
Ya todos sabemos, lo que ocurre con este tipo de faldas para levantar después las piernas (que no te dejan hacerlo). 
Pues bien: a la llegada del autobús a la parada, la señorita que se encuentra la primera de la fila, se dispone a subir al mismo pero; al intentarlo, se da cuenta de que la falda, no le deja levantar lo suficiente la pierna como para subir el escalón del autobús. 
Lo intenta de nuevo varias veces, pero  sin conseguirlo.
Así, que decide como solución, bajarse un poco la cremallera situada en la parte de detrás de la falda, y volver a intentarlo. Pero de nuevo la falda, no le deja subir la pierna lo suficiente.
Todos los que esperan para subir al autobús, comienzan a impacientarse ante el temor, de que el autobús se marche y los deje en la parada. Por lo que la muchacha se dispone de nuevo, a bajarse un poco más la cremallera de la falda, para ver si así, puede levantar la pierna lo suficiente como para subir el escalón del autobús.
Nuevamente, no consigue levantar la pierna lo suficiente, y  todo el mundo comienza a desesperarse (incluido el conductor del autobús) que ve impasible como la señorita no sube.
Angustiado por lo que está pasando, el señor que está justo detrás de ella, (un hombre de unos 30 años y musculoso) decide cogerla de la cintura y subirla con suavidad y ternura, -aunque con firmeza- a la plataforma del autobús para facilitarle el acceso al mismo.
Acto seguido, la muchacha se vuelve hacia el señor enfadada y muy molesta, recriminándole su acción y diciéndole con voz alterada:

- ¡Pero oiga!, ¿Que se ha creído usted? ¿Quien le ha dado permiso para agarrarme de esa manera? ¿Acaso llevo escrito que sea una chica fácil?

Un pivón de tía con falda estrecha

- Pues no se bonita, pero: después de haberme bajado la bragueta del pantalón en dos tiempos, creía que había suficiente confianza entre nosotros, como para  ayudarte a subir al autobús.


Un pivón de tía con falda estrecha





2 comentarios:

  1. ¿Qué puedo decir que no sea una broma excelente? Muchas gracias y tienen una gran semana, Humoreo.

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    1. Gracias por leerme y por dejar tu comentario hermana. Me alegro mucho de que te haya gustado el chiste y celebro, el haberte sacado alguna risa.
      Que tengas una magnifica semana y un mes de marzo para nunca olvidar.
      Un abrazo Paula!!!

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